Muy agradecido a los seguidores de este blog, os informo de que termina esta experiencia a la par que acaba el año. La noche que viene es la de los grandes propósitos, ya sabéis, y uno de los míos consiste en ... digamos que administrar mejor la aceleración del tiempo. Ojalá se cumpla esta aspiración y también todas las vuestras. Gracias.

Julio.

Nochevieja de 2013.


martes, 31 de mayo de 2011

Orallo (II): Al paraíso desde Orallo.

Para Belén Martínez, la de El Viso,

y para Olina, en Murcia.





Beethoven: Sinfonía Nº 6 en Fa Mayor Op.68 ( Pastoral)






El valle de Orallo es el más largo de los que componen el término del antiguo Real Concejo de Laciana. Entre la rotonda de la carretera C-631 en Villager y el extremo septentrional en la Peña Treisa, hay unos quince kilómetros. También es el más amplio; no hay otro con tal extensión y planitud de prados y vegas. Es el más piadoso por su orientación y por la bondad de los caminos y senderos que suben a salvar la cordillera con pendientes compasivas. Y no me atrevo a decir que es también el más legendario porque cuesta disputarle a Leitariegos esa fama. Pero por ahí le anda.



Cabeceras de los ríos Orallo y Pigüeña:

1.-Pozo de La Mochada  2.-Reguero de El Cabril  3.-Puerto de Las Tres Chagunas  4.-Fuente de El Cabril  5.-Cogochu de Zebocheu   6.-Puerto de Las Zreizales  7.-Braña de La Pornacal  8.-El Villar de Vildas  9.-El Cornón  10.-El Cornín  11.-La Chagunona  12.-Pico del Río San Miguel  13.- Vachina de Buzongo  14.-   Joya (Hoya) de Veiga Ancha.


Hace unos veinte años, el más inefable de los últimos alcaldes lacianiegos inventó el poco ingenioso eslogan Laciana, paraíso desconocido y, al mismo tiempo, dio vía libre a la salvaje -e ilegal- explotación carbonera a cielo abierto de El Feixolín, infaustamente célebre en toda Europa, tribunales de justicia incluidos. 
El siguiente reportaje fotográfico corresponde al paraíso de Orallo pero no se ocupa del valle entero sino solamente de las cabeceras, de los puertos y cumbres que lindan con Asturias.
Sobre la imagen tomada de Google Maps he marcado con una línea amarilla el itinerario seguido el pasado 28 de mayo: unos 13 kilómetros de paseo con inicio y final en Las Veigas.

   



1.- El Pozo de La Mochada y las Veigas de Marietes








¿Quién diseñó este parque?
¿Quién cuida estos jardines?


2.- El reguero de El Cabril.

Al tomar el sendero hacia El Cabril me acordé de mi buen amigo J.L., que siempre vivió en la ciudad y no conoce nada más salvaje que sus dos gatos. Le hablaba tanto de mis correrías montañeras que, no sé si por curiosidad o aburrimiento, decidió acompañarme en una. Para impresionarlo pensé en los Picos de Europa. En el día y hora elegidos, se presentó en la estación del teleférico de Fuente Dé calzando playeros y sin mochila ni pertrecho alguno. En el mirador del Cable, después del vistazo obligado al vacío nos pudimos en marcha.  Pensaba yo que llegaríamos al menos a los Horcados Rojos pero, cuando apenas habíamos caminado cien metros, a la vista de los Llagos de Lloroza, no aprecié en él ningún entusiasmo sino que, al contrario, me preguntó si había algún bar por allí cerca. Mal asunto.
Poco después, cerca de La Vueltona, ante los formidables canchales en los que las agujas de Peña Vieja, La Canalona y Santa Ana se deshacen como el azúcar entre la niebla, me espetó la segunda pregunta:

- ¿Cuando explotaron estas canteras?
- ¿Qué canteras?
- ¡Coño! ¡Todas estas!
- ¿Hablas en serio?

Por su gesto comprendí que sí, que hablaba en serio. Ni siquiera intenté ensayar una lección de geología básica. Aguardé a la tercera pregunta que temía inminente. Y la hizo.

- ¿Cuando bajamos?
- Ya mismo.

Recorrimos el medio kilómetro de vuelta, tomamos el teleférico que descendía vacío y nos fuimos de vinos a Potes.
La pasada semana, caminando por el valle de El Cabril arriba, me pregunté si J.L. entendería el milagro natural que ocurre cada mes de mayo en estos montes. La vida cuida de sí misma y persigue eternizarse si la dejan. Todo anuncia una gran cosecha de arándanos para el verano aunque los meteorólogos predicen heladas para la primera semana de junio.

   


3.- El Collado de Las Tres Chagunas

A 1.700 metros de altitud, en el collado de las Las Tres Lagunas hay al menos cuatro. Son pequeñas charcas de primavera y es muy raro que a comienzos del verano se mantengan. La más duradera está por la vertiente asturiana, a la izquierda del camino que baja a Genestoso. Basta con asomarse a las peñas del collado para verla debajo, a un tiro de piedra, poblada de flores.






Al fondo va quedando el collado por donde los ganaderos de Genestoso acaban de pasar a la vertiente leonesa. Conducen sus vacas hacia la Machada Viecha. Les acompañamos hasta la fuente de El Cabril. Más arriba nos cruzamos con tres jinetes que regresan a Carballo -también en el valle asturiano de Cibea- tras haber dejado sus reses bien aposentadas por estos montes de Orallo, entre Buzongo y Las Zreizales. Ha menguado mucho la ganadería bovina en Laciana. Dicen que los vaqueros asturianos reciben más ayudas de la administración y sufren menos competencia desleal que los nuestros.




4.- La Fuente de El Cabril



Justo antes de tomar senderos diferentes paramos a beber en la fuente de El Cabril, la mejor agua del mundo, la que mana justamente donde al montañero más le apura la sed. 




5.- Hacia el Cogochu de Zebocheu

Por la cabecera de la vallina de Buzongo nos asomamos al Principado, a la cuenca del Pigüeña, en el Parque Natural de Somiedo, donde aún queda una pizca de nieve. 




Son las once de la mañana y sombras de mal agüero reptan por las camperas presagiando tormenta para esta tarde.
En el escalón más alto de los pastos se ven paredes de antiguos chozos y corros, vestigios de la organización económica y social mantenida durante toda la Edad Moderna y hasta bien avanzado el siglo XX. Entonces la subsistencia exigía pelear por los recursos. Cuando fue imposible sobrevivir al modo tradicional en  estos valles, ocurrió la tremenda sangría de población. Entre 1940 y 1990, Somiedo pasó de 6.000 a 1.600 almas.
A partir de entonces, con la declaración del Parque Natural, la ordenación del territorio, el desarrollo normativo, la mejora de infraestructuras, la formación, orientación y estímulo para ganaderos y emprendedores y las necesarias inversiones y ayudas, Somiedo descubrió para el mundo el inmenso valor de su patrimonio y las posibilidades de actividad económica sostenible que brinda la naturaleza excepcional de la Cordillera Cantábrica y el paisaje cultural creado y conservado por los lugareños durante tantas centurias. 


Siguiendo la cuerda entre Somiedo y Laciana, perdemos de vista el Lago Bueno antes de coronar el Cogocho Zebocheu (2.084 m). En la cima, bien protegido, se mantiene el portal de Belén recreado en la Navidad de 2001 por José Luis Vidal El Tío, el sherpa Míguez, la sherpina Consuelo y el heroico Tucán.


Sobre el collado de Las Tres Lagunas el cielo ha echado un capote. Hacia nosotros navegan nubarrones con las bodegas cargadas a reventar. Más allá, entre Villarmental, Sieiro y La Linde, asoman islotes en el océano.

 


Más allá del arbotante que sostiene las peñas de Los Raxos (2.018), algunos retazos de niebla sobrevuelan la braña de La Pornacal (Somiedo, Asturias). Por encima se desploman las Fanas de Matadiablos donde bandas de piornos floridos, siguiendo la orientación de los estratos, parece que contribuyen a aliviar la sensación de vértigo.

 



6.-Puerto de Las Zreizales

El cielo se vuelve fosco en los puertos y amenaza con lluvia y puede que con algo más. Así que bajamos por el jardín de Las Camposas hacia la collada de las Zreizales. Mucha prisa no tenemos porque las vacas aún no están de acuerdo para alinear la popa hacia el oeste, por donde viene el agua.





7.- Y de vuelta en Las Veigas



Mientras la tormenta acaba de organizarse, hacemos una parada en el refugio de Xuán y Merce, que incluso tiene chozo. En medio de uno de los prados vecinos, que en menos d eun mes estarán a punto de siega, hay una ollera que alguien mantiene en perfectas condiciones.




La oul.lera de .... ¿l´Agüirina, puede ser?
 



Apunte final: geografía política y económica del valle de Orallo:



Esta imagen de Google Maps muestra el valle de Orallo, casi completo.

1.- Orallo  2.-Castrocuchar  3.- Las Veigas y el Pozo de La Mochada  4.-Veiga Ancha   5.- Paso de las Tres Lagunas   6.- El Cornón (2.188)  7.- Braña de Boxionte (San Miguel de Laciana)  8.- Brañas de Sosas de Laciana.




En medio de la imagen, Orallo, uno de los pueblos más ricos y con más historia de Laciana.
De momento, 500 hectáreas envenenadas y arrasadas entre ambos flancos y las escorrentías vertiendo al río que atraviesa el pueblo. Ya sé que cuesta creerlo.

   

jueves, 19 de mayo de 2011

Reciclaje para la reflexión


Reciclo una entrada ya publicada en el pasado otoño.



CUCOS, GORRIONES Y PARDALES

   
 

Broza
             
Creímos que lamían las heridas recientes,
no vimos que llevaban ya muertos algún tiempo.
Los buitres sí lo vieron y acudieron voraces.
Colmaron el estanque y abrieron la compuerta
del shock, la demasía, la emoción desmandada,  
absurdo melodrama de un VALLE que no fue.
Controlaron el cauce con dioptra y corobates
que acólitos surtidos supieron manejar
de modo que la azul hermandad de inocentes
ni un ápice, ni un pelo se saliera de madre.
                                 Liaron y burlaron la fe del candoroso                                  
con bulos, con apuestas, con cuentos de Calleja,
fantaseando sendas a brañas ilusorias.
Tendrán ocho años más para hacer algo útil
pero ellos seguirán despellejando bueyes
sin duelo y a la brava y siempre barruntando
el rumbo que domina las cálidas corrientes
por donde habrán de alzarse cuando llegue el momento.
Y acaso, al fin, nosotros miraremos al suelo
y veremos la broza que enreda nuestros pies,
la broza en la que anidan los benditos gorriones
a quienes ellos siempre trataron de pardales.

      



La escultura de la fotografía, realizada a base de plancha de hierro, fue regalada al valle de Laciana por su autor, Gabriel Mouzas, para conmemorar la Marcha Negra de los 500 mineros a Madrid en el año 1992. La obra puede verse en la fachada norte de la casa Consistorial de Villablino.

En el año 1993, la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada, con 75 años de historia y el núcleo de sus explotaciones carboneras en el Valle de Laciana, fue declarada en quiebra.
En junio de 1994, resuelto el convenio de acreedores, los políticos barandas de la entidad financiera Caja España (hoy diluída debido a su pasada gestión) determinaron que Victorino Alonso se hiciera con el control de la mayor empresa minera; decisión que provocó gran polémica.
Alonso anunció que MSP sería rentable antes de finalizar el año 1997. Anunció asimismo que la plantilla de trabajadores se conservaría en su integridad y que las prejubilaciones de mineros se cubrirían con nuevas incorporaciones. (Ver Crónica 16 de León de octubre de 1994).
La empresa, en efecto, volvió a ser rentable (para sus dueños) durante un tiempo merced a las ayudas públicas destinadas a financiar un supuesto plan de viabilidad, a las subvenciones concedidas en virtud del Plan del Carbón y a que, en el año 2002, la plantilla de trabajadores ya se había reducido desde  2.800 a 1.200 personas. La sangría continuaría en adelante de manera acelerada.
A partir de entonces alguien decidió (o negoció o aceptó) que el Valle de Laciana fuera escenario de una explotación sistemática a cielo abierto mientras se llevaba a cabo la clausura de toda la minería subterránea. Unas mil (1.000) hectáreas de terreno (el 5% del total del término municipal) han sido ya arrasadas por la devastadora actividad.  
En el otoño de 2010, los últimos cien mineros auténticos de la extinta MSP fueron trasladados a una explotación asturiana.
En el valle de Laciana ya no queda más mina de carbón que "La Escondida", una minúscula y testimonial instalación con menos de treinta trabajadores, no gestionada por el ente que se ha dado en llamar Grupo Alonso.
Una ingente cantidad de dinero público se dice que ha sido destinada durante los últimos años a la restauración de zonas asoladas, pero no se ven los resultados. Aun sabiendo que la recuperación medioambiental de los territorios destruidos por la minería a cielo abierto es imposible, sería de esperar una actuación paliativa que, a lo largo de los próximos ocho años, acometiese la clausura de las explotaciones abandonadas, desmontase y retirase  estructuras, limpiase profundamente el área, eliminase escombreras y balsas, reconstruyese los perfiles del terreno con riguroso seguimiento de la normativa legal en cuanto a longitud y pendiente de taludes y anchura de bermas, eliminase pistas y retirase todos los materiales asfálticos, restableciese áreas de bosque y pastizal (aun sabiendo que la recuperación es imposible, insisto), sanease cauces de ríos, etc... etc...
Esta colosal labor -que la CE parece dispuesta a costear con cargo al concepto presupuestario de ayudas al cierre- podría emplear a los actuales trabajadores de las explotaciones a cielo abierto, lográndose así una prórroga en la actividad por la que tanto claman quienes son máximos responsables del actual desaguisado. 
Cosa distinta es apostar(*) por que esa nueva prórroga sirva, al fin, para algo.

(*) Odioso verbo favorito en la verborrea política.  Ellos solo apuestan, lo fían al azar.


Muxivén y Cornón.