Muy agradecido a los seguidores de este blog, os informo de que termina esta experiencia a la par que acaba el año. La noche que viene es la de los grandes propósitos, ya sabéis, y uno de los míos consiste en ... digamos que administrar mejor la aceleración del tiempo. Ojalá se cumpla esta aspiración y también todas las vuestras. Gracias.

Julio.

Nochevieja de 2013.


domingo, 17 de febrero de 2013

Invierno en las fuentes del Sil



La sombra del montañero en la espuma impoluta de un Sil pletórico a su paso por Queixu, cuando apenas lleva recorridos ocho kilómetros desde sus fuentes, la mitad de ellos escondido bajo acumulaciones de nieve que, en estos días,
llegan a alcanzar varios metros de espesor.  
 
 
 
J.S. Bach: Suite 1 para cello.
 
 
 
 
La Cueta de Babia, el pueblo a mayor altitud de León.

  
  
  
 
 
 
 
 
 
 
Símbolos de La Cueta, aldea término de uno de los cordeles
más legendarios de la trashumancia. 
 
 
 


Puente hacia la majada de Bustusil.


Primer tramo del Sil al descubierto. Más arriba lo oculta la nieve. 
 
  


  
Estrechón en Bustusil.
 



Praderas de Cebolleu.





Mi memoria es la memoria de la nieve.
(Julio Llamazares. Ver poema completo al final).


 
  
Sobre los Puertos de Covalancha.
 

 
 
Los Picos Blancos, sobre La Machadina (2.064)
 
 
 
A lo lejos El Cornón (2.188 m), máxima altitud en el anticlinal del Narcea,
entre Laciana (León) y Somiedo (Asturias).
 
 
Chozo y corro de la Majada de Covalancha.
Puede interesar el reportaje El pastor viejo de Covalancha.
 
  

La aldea de La Cueta en el hondón del valle.
Al fondo, el Pico Muxivén (2.032 m) sobre el Valle de Laciana.

 
 
  
 
 
  
Pico Cuetalbo (2.079 m) sobre la majada del mismo nombre,
ya muy cerca de las fuentes del Sil.
 
 
Asoma Peña Orniz.
 
 
 
Peña Orniz (2.191 m) y la cuna del río Sil recién nacido.
 
 
Primeros pasos del Sil.
 
 
Pico Montigüeiro (2.187 m) visto desde las fuentes del Sil.
 
 
Peña Redonda (2.138 m) vista desde las fuentes del Sil.
 
 
  
 
El frío en la Collada de Orniz (2.012 m)
 

Cuando el frío es tan recio que el piolet se pega a las manos
y el horizonte es velado por las lágrimas...
 
  
 
A la derecha Peña Orniz (2.191 m). En medio asoma Torre Orniz.
 
 
Últimos tramos de ascensión a Peña Orniz.
 

Cuando la sangre nos late en las sienes, cuando el aire gélido nos seca las gargantas y penetra en lo más hondo de nosotros mismos como un fluido precioso y vivificante ...
 

Cuando ya no tenemos hambre, pero sí sed,
y todo se convierte en esfuerzo, gesto, pensamiento ...
 

Cuando de una ojeada descubrimos los desgarros y las heridas viejas,
las alianzas complicadas de las cordilleras, la unión o el divorcio de las aguas ...
 

(El autor del blog, echao a perder. Foto Benedictus)
 

Cuando la superficie de nuestra tierra se nos antoja un rostro vivo pero desencajado,
como el de un ser que hubiera sufrido mucho ...
 
 
Los Picos Albos (2.075 y 2.103 m) entre el Valle del Lago
y el Valle de Saliencia (Somiedo, Parque Natural).
 
  
  
Las Morteras del Valle (Somiedo), obra de la última glaciación,
uno de los paisajes más deslumbrantes y fantásticos de la región.
Bajo el escalón que se intuye más allá está el Lago del Valle, el mayor de Asturias,
a la cabeza de uno de los más imponentes valles glaciares de la cordillera cantabrica.
 

Cuando sube del fondo de los valles y muere a nuestros pies la gran voz geológica,
el lamento inmenso de la tierra hecho de mil ruidos de abajo, ruidos de la erosión,
del agua y del viento ...
 

Cuando sentimos que esta queja, extenuada en su larga ascensión,
es incapaz de turbar el inmenso silencio de las alturas ...
Cuando la perfección misma de este silencio es tal que hiere nuestros sentidos ...
 

Cuando percibimos como una vibración del espacio ...
 
 
Cuando la luz naciente brota de un infinito transparente y negro,
luz oscura como si hubiese perdido su reflejo ...
 

Cuando esta luz penetra directamente en nuestros ojos sin herirlos
pero cuando la nieve nos refleja esa misma luz con una violencia cegadora ...
Entonces reconocemos la altitud.
 
 

 
 
El extraño comportamiento del clima en estos meses de enero y febrero,
con grandes oscilaciones de temperatura y rápida sucesión de nevadas y blanduras,
lluvias y vendavales, es causa de un paisaje insólito como éste.
 
 
 
 
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Los textos en cursiva provienen de Zenith, de Pierre Dalloz (1931),
alpinista, fotógrafo, escritor y arquitecto.
 
 
 (Los asturianos coronando. Foto Benedictus)


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Mi memoria es la memoria de la nieve.
Mi corazón está blanco como un campo
de urces.

En labios amarillos la negación florece.
Pero existe un nogal donde habita
el invierno.

Un lejano nogal, doblado sobre el agua,
a donde acuden a morir los guerreros más
viejos.

En un mismo exterior se deshacen los días
y la desolación corroe los signos
del suicidio:

globos entre las ramas del silencio y un
animal sin nombre que se espesa en
mi rostro.
 
(Julio Llamazares)

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