Muy agradecido a los seguidores de este blog, os informo de que termina esta experiencia a la par que acaba el año. La noche que viene es la de los grandes propósitos, ya sabéis, y uno de los míos consiste en ... digamos que administrar mejor la aceleración del tiempo. Ojalá se cumpla esta aspiración y también todas las vuestras. Gracias.

Julio.

Nochevieja de 2013.


domingo, 13 de mayo de 2012

Meroy y el Huevo Cósmico



Raíces Profundas (Shane):
Preludio
El tocón del árbol
La colina del camposanto

Esta composición de Víctor Young,  inolvidable como la película de George Stevens,
me parece que se acopla muy bien al paisaje telúrico y humano de la Babia Alta.
Además, creo que le gustará al autor del espléndido 
«CERCANO OESTE» recientemente publicado en la colección
Los Libros de Camparredonda.


La mosca efémera pertenece al orden más antiguo de los insectos alados, pero su vida adulta es tan corta que muchos ejemplares emergen al atardecer y mueren antes de que amanezca el nuevo día.

Nuestro Sol, con sus planetas, tarda 235 millones de años -de nuestros años- en dar una vuelta completa en el remolino de la Galaxia. A ese período se le llama año cósmico.



Meroy (1.300 m), uno de los más excelsos lugares de la montaña de León.


Hace apenas dos años cósmicos, un mar poco profundo cubría casi toda la superficie de la Tierra. En ese mar ya había caracoles, gusanos y bivalvos de concha. Los ejemplares fosilizados que aparecen en estas fotografías vivieron entonces. Los recogí por las montañas alrededor de Meroy. Desde Pena Chana, en la linde con Somiedo, hasta Lumajo, en Laciana, se encuentran por todas partes. 




Hace solo un año cósmico que ocurrió el colosal revolcón herciniano. En el plazo de tres meses se alzó la mayor cadena de montañas imaginable. En otros tres meses más, la erosión acabó de arrasar por completo toda aquella muralla. 

Los continentes iban, como siempre, como ahora, a la deriva.

Hace dos meses cósmicos, las colisiones entre las placas continentales causaron fracturas, abolladuras, plegamientos, hundimientos y levantamientos, dando lugar a nuevas cordilleras como la nuestra.

Para entonces, mares y continentes ya tenían su forma actual.

Hace treinta y seis (36) horas cósmicas, inmensos glaciares cubrían casi toda Europa.

Hace solo unos minutos, aquellos hielos en retirada cincelaron los últimos y más bellos retoques en nuestro paisaje: los valles de cabecera con sus circos y lagunas.  

Acababa de aparecer en la tierra nuestro abuelo, Cromagnon.

Toda esta historia permanece escrita en las montañas de Babia.


Panorama desde las lagunas de La Mata hacia el este: valle de nacimiento del Sil.
En la parte inferior de la imagen, el prao redondo de Santibáñez.
Aguas arriba, el barrio de Cacabillo /Cacabiel.lu.
A lo lejos (a 8,5 km de distancia) la primámide de los Picos Blancos (2.064 m)
junto al Collao de La Paredina que da paso desde los puertos de La Cueta
a la braña somedana de Murias L.longas.

El entorno de Meroy (Babia Alta)
1.- Camino desde Meroy a las Lagunas de La Mata.
2.- El Campo de La Vega.
3.- Cerro y lagunas de La Mata.
4.- Laguna Grande de Babia.
5.- Caserío de Cacabiel.lu (Cacabillo) en el valle de nacimiento del Sil (La Cueta).

Al pie del caserío de Meroy -ver mapa- el Río del Puerto, ya a punto de unir sus aguas con las del Sil, profundiza en el valle y escarba un desfiladero. Las cabeceras del Sil tienen muy acreditado su prestigio como potentes retro-excavadoras.

Al oeste de Meroy hay otro valle, El Campo de La Vega, que mantiene el perfil amplio y suave de una laguna ahondada por antiguas lenguas de hielo y hoy colmada de nutritivos sedimentos donde medra un gran pastizal. Al arroyo del Campo le falta potencia y tiempo para abrir en canal esta planicie tajando un desfiladero como el de Meroy.

En medio de ambos valles, como reliquia de paisajes esfumados, permanece el teso de la Mata. En su meseta, a 1.500 metros de altura, se van difuminando también las lagunas de Troiquín, la Mata, el Miro, Sierro y algunas otras charcas diminutas.

Abril de 2012.
El camino y cortafuegos alcanza las primeras Lagunas de La Mata.

Abajo, el Campo de la Vega todavía viste el hábito ceniciento de los meses del frío.


En Babia y Laciana, abril es invierno.


Al oeste del Campo, entre las nubes que encapotan el valle lacianiego de Lumajo,
se cuela el rayo de luz que proyecta sombras como cabezas de flecha
apuntando hacia las lenguas de un alud reciente.

Entonces, la laguna del Miro es un desierto de hielo.




A finales de abril, los galeones negros del invierno se alejan
sobre la sierra de Villabandín con su cargamento de frío.



Y a primeros de mayo, de repente, despierta la primavera, se funde el hielo
encharcando el Campo de La Vega y un oleaje malva inunda los flancos,
monte arriba, hasta alcanzar las lagunas de la Mata. 


El milagro en la laguna del Miro ocurre en apenas seis días.
La foto superior fue tomada el 6 de mayo de 2012.
La inferior, el día 12. 



La laguna del Sierro.

El dinosaurio necesita hacer acopio de calor.





Ahora los ciervos pueden pastar, beber y dormir sin bajar al Campo.



Entre las lagunas de la Mata hay vestigios de algunas construcciones: ¿chozos de falsa bóveda, túmulos, cabanas, parapetos, casamatas?


Panorámica hacia el este -valle de la Cueta- desde las lagunas de La Mata.
La pendiente del Chombón nevado -chombón: gran loma o lomba- termina en Pena Salguieiro, a 2.148 m. Tras el Chombón, la Vallinaluenga -el vallejo largo-
nace en el Collao de Las Malvosinas.
Más allá, frente a la aldea de La Cueta, el morro del Cagucheiro (2.053 m)
se prolonga hacia el sur y sube hasta el remate en la Pena Los Años (2.157 m).
Aún más allá están los Puertos del Cuetalbo, la cuna del Sil.


El este de Meroy, los estratos retorcidos de La Orbia.

Vista desde las lagunas de La Mata hacia el norte.
Bajo las nieblas de Asturias y la Pena El Diente, la legendaria aldea de
Santa María del Puerto de Somiedo.

Desde el Puerto de Somiedo baja escarbando el río, a punto de llegar a Meroy.

Meroy: la Fuente de los Enfermos, por encima del camino hacia la braña de El Campo y también en ruta hacia las lagunas de La Mata.

Cuando el río alcanza Meroy, el desfiladero ya es notable.


Aguas abajo del puente, un pinar intrépido trata de fijar la cinta de terreno en la ribera.
Pero la furia del agua juega con él una partida de bolos.








Viva mi dueño. Hecho año de 1797.

Algunas casas de Meroy se agarran a la peña, sobre el desfiladero.
Entre ellas, la Casa del Huevo.






Las verjas de La Casa del Huevo proceden de un palacio egipcio.



Las ventanas de la Casa del Huevo enseñan el cañón del río.






La Casa del Huevo tiene sus páginas en internet.
Llamad y preguntad por Mayte.

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Epiloguillo:

Vista desde las lagunas de La Mata hacia el sur.

La mosca efémera pertenece al orden más antiguo de los insectos alados. Su vida adulta es tan corta que muchos ejemplares emergen al atardecer y mueren antes de que amanezca el nuevo día.


Faltan veinte años galácticos para que el Sol abrase la Tierra.

Veinte vueltas en el remolino de la Vía Láctea. Nada. Los veinte años del tango.

Ahora, las montañas pueden desaparecer y volver a levantarse en un segundo cósmico. 

Pero nosotros somos como la mosca efémera.

Y en Meroy ya se incuba otro Huevo Cósmico.

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NOTA IMPORTANTE PARA EXPLORADORES:



El esperado segundo tomo de ALTO SIL 40 RUTAS A PIE ya está disponible en las librerías. Realizado íntegramente por Alberto Álvarez (textos, mapas y fotografías) es el trabajo más riguroso que el excursionista encontrará relativo a los senderos por Reservas de la Biosfera y Lugares de Importancia Comunitaria (Red Natura 2000) de los valles leoneses en las cabeceras del Sil.

Publicado por CALECHA ediciones. Accede desde aquí a su web.

La descripción minuciosa de las rutas en torno a Meroy y las Lagunas de La Mata están recogidas en este segundo tomo.




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