Muy agradecido a los seguidores de este blog, os informo de que termina esta experiencia a la par que acaba el año. La noche que viene es la de los grandes propósitos, ya sabéis, y uno de los míos consiste en ... digamos que administrar mejor la aceleración del tiempo. Ojalá se cumpla esta aspiración y también todas las vuestras. Gracias.

Julio.

Nochevieja de 2013.


lunes, 13 de diciembre de 2010

Cucos, gorriones y pardales

 
 
 
Confutatis
 
 

 
 
 
   



Broza

 
Creímos que lamían las heridas recientes.
No vimos que llevaban ya muertos algún tiempo.
Los buitres sí lo vieron y acudieron voraces.
Colmaron el estanque y abrieron la compuerta
del shock, la demasía, la emoción desmandada,
absurdo melodrama de un VALLE que no fue.
Controlaron el cauce con dioptra y corobates
que acólitos surtidos supieron manejar
de modo que la azul hermandad de inocentes
ni un ápice, ni un pelo se saliera de madre.
Liaron y burlaron la fe del candoroso
con bulos, con apuestas, con cuentos de Calleja,
fantaseando sendas a brañas ilusorias.
Tendrán ocho años más para hacer algo útil
pero ellos seguirán despellejando bueyes
sin duelo y a las bravas y siempre barruntando
el rumbo que domina las cálidas corrientes
por donde habrán de alzarse cuando llegue el momento.
Y acaso, al fin, nosotros miraremos al suelo
y veremos la broza que enreda nuestros pies,
la broza en la que anidan los benditos gorriones
a quienes ellos siempre trataron de pardales.
 
 
 
 
 
 
    
 
 
 

 
 
La escultura de las fotografías, realizada a base de plancha de hierro, fue regalada al valle de Laciana por su autor, Gabriel Mouzas, para conmemorar la Marcha Negra de los 500 mineros a Madrid en el año 1992. La interesante obra puede admirarse en la fachada norte de la casa Consistorial de Villablino.

En el año 1993, la empresa Minero Siderúrgica de Ponferrada, con 75 años de historia y el núcleo de sus explotaciones carboneras en el Valle de Laciana, fue declarada en quiebra fraudulenta. En junio de 1994, resuelto el convenio de acreedores, la entidad Caja España decidió que Victorino Alonso se hiciera con el control, decisión que provocó gran polémica.
Alonso anunció que MSP sería rentable antes de finalizar el año 1997. Anunció asimismo que la plantilla de trabajadores se conservaría en su integridad y que las prejubilaciones se cubrirían con nuevas incorporaciones. (Crónica 16 de León de octubre de 1994).
 
La empresa, en efecto, volvió a ser muy rentable (para el patrón y sus acólitos) durante un tiempo merced a las ayudas públicas y a que, en el año 2002, la plantilla de trabajadores ya se había reducido desde  2.800 a 1.200 personas. La sangría continuaría aceleradamente.
 
A partir de entonces alguien decidió (o negoció o aceptó) que el Valle de Laciana fuera escenario de una explotación sistemática a cielo abierto mientras se llevaba a cabo la clausura de toda la minería subterránea. Unas mil (1.000) hectáreas de terreno (el 5% del total del término municipal) han sido ya arrasadas por la devastadora actividad.  
En el otoño de 2010, los últimos cien mineros auténticos de la extinta MSP fueron trasladados a una explotación asturiana. En el valle de Laciana ya no queda más mina de carbón que "La Escondida", pequeña y testimonial instalación con unos treinta trabajadores que, además, no está gestionada por el ente que llaman Grupo Alonso.
 
Una ingente cantidad de dinero público ha sido destinada durante los últimos años a la recuperación de zonas asoladas sin que se haya apreciado efecto alguno. Aun sabiendo que la recuperación medioambiental de las superficies destruidas por la minería a cielo abierto es imposible, sería de esperar una actuación paliativa que, a lo largo de los próximos ocho años, acometiese la clausura de los pozos y bocaminas ya abandonados, con retirada de  estructuras, limpieza profunda del área, eliminación de escombreras y balsas, recuperación de los perfiles del terreno con riguroso seguimiento de la normativa en cuanto a longitud y pendiente de taludes y anchura de bermas, eliminación de pistas y retirada de todos los materiales asfálticos, establecimiento de áreas de bosque y pastizal (aun sabiendo que la recuperación es imposible, insisto), saneamiento de cauces de ríos, etc.
Esta colosal labor podría emplear a los actuales trabajadores de las explotaciones a cielo abierto, lográndose así una prórroga en la actividad por la que tanto claman quienes son máximos responsables del actual desaguisado. 
Cosa distinta es "apostar"(*) por que esa nueva prórroga sirva, al fin, para algo.

(*) Odioso verbo favorito en la verborrea política.  Ellos apuestan, lo que significa que todo lo fían al azar, reconociendo que no sirven para otra cosa mas que para mantener el tinglado del que viven tan bien.
   
   
 
 
Bosques de Caboalles de Abajo y de Orallo.
Valle de Laciana, Lugar de Importancia Comunitaria. Red Natura 2000.
 
 
 

2 comentarios:

********* dijo...

amigo julio, da la sensacion que no sabemos muy bien donde clamar, a donde acudir, como si no estuvieramos en un estado moderno? y desarrollado? de derecho, como si nadie representara a nadie, como si a nadie se le pudiera pedir cuentas, como si la anarquia reinara igual que en un pais en golpe de estado o despues de una catastrofe, donde prima el saqueo y pillaje, abandonados a su suerte. tengo esa sensacion ahora que esto parece toca a su fin.

Collectïvus Xistréu dijo...

Evidentemente, tal y como se venía anunciando desde medios nada convencionales como este blog, las horas están contadas para el monocultivo del carbón.
Llega la hora para que las cosas se hagan como Julio plantea, que se supone es la primera de las alternativas al absolutismo del ordeno, mando y cobro de tan ejemplar empresario. Llega la hora, para que quienes hasta ahora se han creído y tragado, todo lo que este individuo y sus cómplices han soltado por sus bocas, se den cuenta, al menos por esta vez, quienes son los verdaderos responsables, y beneficiarios, de todo este ruinoso montaje, tanto para nuestro patrimonio y fuente de recursos, como para la economía familiar.
Magnífica la Broza y el comentario, ejemplar y aleccionador.
Sigue así.