Torrestío de Babia.
J. S. Bach
BWV 1060 Concierto para oboe y violin
Adagio
El siguiente texto tiene un tono humorístico -o lo pretende- pero, ante todo, quiere ser muy respetuoso con los vecinos de Torrestío por cuyo pueblo y montes tanto hemos trotado y de donde guardamos tan buenísimos recuerdos. Vaya nuestro más atento saludo para Benigno y Joaquín, para los dos paleadores de nieve en La Farrapona -de cuyos nombres no me acuerdo-, para Emilio y su chuletón de potro a la piedra, para Carmen y Ramiro -que hacen la alzada- y para todos los demás.
Información básica:
1.- Carretera de acceso al pueblo
2.- Iglesia Sacramental de Santo Tomás
3.- Cantina, mesón y aparcamientos
4.- Centro de Interpretación Meteorológica "Rural Forecast"
5.- Estación Meteorológica de Joaquín
6.- La Fouz (hoz o cascada, como su nombre indica)
7.- Camino al Puerto de La Farrapona y al Valle de Saliencia
8.- Camino Real de La Mesa
Apunte histórico-legendario.
Una cronicón antiguo recogió que, en el siglo I, el apóstol San Bartolomé (o San Natanael) vino desde Palestina a la actual provincia hispana de León y por aquí predicó el evangelio hasta su muerte. La leyenda añade que, cuando los suevos invadieron el norte peninsular, los cristianos escondieron los venerables huesos de Natanael en un pequeño pueblo llamado Torrestío, acaso el lugar más remoto que pudieron hallar.
En el siglo XVIII aludió a este mismo asunto el Padre Manuel Risco, coautor de La España Sagrada (Teatro Geográphico-Histórico de la Iglesia de España). En el tomo XXXIV, el investigador se lamenta por las novedades ridículas y extrañas que mancharonla Historia inventando memorias muy singulares que se atribuyeron a los antiguos para que de este modo fuesen más estimadas. Risco concluye la referencia a esta falsa crónica de Torrestío afirmando con sorna que aquí está el Santo, clamando y dando voces a los señores obispos de León y de Oviedo para que lo busquen y pongan en valor, como ahora se diría, un tesoro tan grande.
En el siglo XVIII aludió a este mismo asunto el Padre Manuel Risco, coautor de La España Sagrada (Teatro Geográphico-Histórico de la Iglesia de España). En el tomo XXXIV, el investigador se lamenta por las novedades ridículas y extrañas que mancharon
Curiosamente, en las proximidades del alto del Muñón o de La Mesa, hay un celebrado manantial llamado Fuente de Los Güesos. La tradición dice que, a finales del siglo VIII, tras una aceifa musulmana contra las Asturias de Oviedo, las tropas de Alfonso II salieron tras las de Abd-el-Malik alcanzándolas en ruta hacia el Puerto de La Mesa. Según esto, los huesos
de la fuente no serían los de San Natanael sino producto de lo que allí sucedió (que en estos tiempos que corren ni siquiera se debe mentar). Pero si hacemos caso al muy erudito don Claudio Sánchez Albornoz, la paliza les fue propinada a los moros en el lugar de Los Lodos (Illos Lutos, según las más antiguas crónicas). Y como el caserío de Los Lodos está unos treinta kilómetros al norte del Puerto de la Mesa, otro hito de la leyenda local queda puesto en cuestión.
En cualquier caso, los mitos también adornan el paisaje que ya es bellísimo por naturaleza y por historia verdadera. En cuanto a los vecinos del lugar, ellos tienen los pies bien puestos en la tierra. Mira tú por donde jamás dedicaron su iglesia a San Natanael, sino a Santo Tomás, reconocido inventor del aforismo: Si no lo veo, no lo creo.
de la fuente no serían los de San Natanael sino producto de lo que allí sucedió (que en estos tiempos que corren ni siquiera se debe mentar). Pero si hacemos caso al muy erudito don Claudio Sánchez Albornoz, la paliza les fue propinada a los moros en el lugar de Los Lodos (Illos Lutos, según las más antiguas crónicas). Y como el caserío de Los Lodos está unos treinta kilómetros al norte del Puerto de la Mesa, otro hito de la leyenda local queda puesto en cuestión.
En cualquier caso, los mitos también adornan el paisaje que ya es bellísimo por naturaleza y por historia verdadera. En cuanto a los vecinos del lugar, ellos tienen los pies bien puestos en la tierra. Mira tú por donde jamás dedicaron su iglesia a San Natanael, sino a Santo Tomás, reconocido inventor del aforismo: Si no lo veo, no lo creo.
Los ascendientes del actual paisanaje de Torrestío fueron también ganaderos, pero no residentes estables como lo son ahora, sino trashumantes. Habitaban durante el invierno en San Miguel de Villardeveyo y otros lugares de los concejos de Siero y Llanera, próximos a Oviedo. Llegado el mes de mayo, las familias completas, junto con su ganado mayor y menor y llevando consigo algunos enseres y herramientas, hacían la alzada para trasladarse a estas cabeceras babianas donde permanecían hasta el anuncio de la nieve.
En el siglo XVIII ya había alguna casa muy notable en este lugar así que, durante los meses en que los propietarios estaban ausentes, era preciso que sus bienes tuvieran algún tipo de protección. En los archivos de la Real Chancillería de Valladolid consta la petición que Diego Álvarez hizo, en 1730, para que en tiempo de invernada, cuando los vecinos van a Asturias, no falten oficiales de justicia y se nombren entre los propios vecinos de Torrestío.
En Santa María del Puerto de Somiedo, la familia o la persona que permanecía al cargo del pueblo, del camino y de la seguridad de los viajeros que por él discurrían durante los meses más duros, recibía el nombre de vecindeiru. Supongo que en Torrestío sería llamado de igual manera. Se ha de tener presente que el Camino Real de La Mesa fue uno de los pasos de la cordillera más transitados hasta el siglo XIX. Nunca fue más que un camino de herradura pero tiene en su bagaje histórico una hazaña que ningún otro puerto de nuestra cordillera podrá igualar. Por aquí pasó el primer coche en tránsito desde León hacia Asturias. Así lo relató Gaspar M. de Jovellanos: Habrá como treinta años que el difunto marqués de Ferrera (...) volviendo de la Corte , atacado de graves dolencias que no le permitían cabalgar, logró que su coche pudiese vencer el Puerto de La Mesa. Este ejemplar se verificó en el verano, siendo el coche tirado por bueyes y a costa de muchos riesgos y fatigas. Y sin embargo, por su singularidad y rareza, dura todavía en la memoria de aquellos naturales, poco más o menos como en la antigua Grecia la expedición de los Argonautas. (Jovellanos: Informe sobre la carretera principal desde Castilla a Asturias. Biblioteca de Autores Españoles, tomo L. Madrid, 1783).
En el dintel de esta portada, con piedra tan finamente ajustada, figura la fecha de 1703.
La colección de hórreos y paneras de Torrestío es merecedora de una visita muy calmada.
Estación meteorológica de Torrestío.
El hórreo de Joaquín y su entorno constituyen la Estación Meteorológica de Torrestío que todo excursionista puede utilizar, por su cuenta y riesgo, de acuerdo al siguiente Manual de Instrucciones:
1.- Temperatura:
El termómetro está clavado en el tronco del árbol. Con unos prismáticos de mediana potencia, los montañeros pueden hacer la lectura incluso mirando desde el Alto Los Bígaros.
2.- Indicador de espesor de la nieve:
Obsérvense los aros que rodean la base del árbol:
Si la nieve llega al primer aro: cincuenta centímetros.
Si rebasa el segundo aro: un metro.
Si llega al termómetro: Alerta naranja. Trasegar chorizos del hórreo a la cocina.
Si rebasa el termómetro: mal asunto.
3.- Presión atmosférica:
Si el árbol da amplia y densa sombra: anticiclón.
Si la sombra es definida pero muy tenue: posiblemente la niebla se levante en una hora.
Si no hay sombra: lluvia (también puede que el árbol esté sin hoja).
4.- Previsión meteorológica:
Si se ven brotes verdes en el árbol: o andamos entre el Carnaval y el Día del Padre o es usted doña Elena Salgado.
Si los brotes se volvieron negros: heladas, como siempre.
Si no se ven brotes de ningún tipo: paciencia y barajar.
Aquellos visitantes que sean más partidarios de la meteorología clásica (rural forecast), pueden acudir al poyo de Benigno.
Joaquín.
Benigno.
Centro de Interpretación del Clima.
El primer Centro Rural de Interpretación del Clima en la provincia de León lo dio a conocer el maestro Fulgencio Fernández. Está por la parte de Getino, creo recordar.
El Centro Predictor Rural Forecast de Torrestío es más moderno y del tipo self-service, para ahorrar personal, como en las gasolineras modernas.
Manual básico de instrucciones:
1.- El cliente debe acercarse al poyo de Benigno.
2.- Si Benigno está en el poyo y lleva la montera picona: atmósfera seca, soleada y tibia.
3.- Si Benigno no está en el poyo, siéntese el cliente y observe el pico de Morronegro y la línea de cumbres de La Maserona durante cinco minutos. Luego deduzca:
- Si la cumbre está limpia y el cielo despejado: anticiclón.
- Si no ve nada de nada: niebla espesa.
- Si el cielo está aborregado y estamos en febrero: seguramente mañana nieve.
- Si el observador nota que se está empapando: esto ... va a ser orbayo.
Torrestío es un lugar muy hermoso y saludable por excelencia. A las pruebas me remito. A la izquierda Corsino (*), natural de Vallao (Asturias) y vecino de Villablino: a sus noventa años cumplidos mantiene la afición al montañismo y su devoción por este valle babiano y sus montañas a las que sigue acudiendo para hacer salud. En medio, Beningno. El buen color, lozanía y cordialidad de este vecino son elocuentes. A la derecha, la afabilidad del can y su pulcra y finísima piel son igualmente reveladores.
Área para pruebas de seguridad vial.
Desde veinte metros antes hasta veinte metros después de la casa de Benigno, la Junta Vecinal dedica este tramo a zona experimental de señalización y seguridad vial.
Después de varios años de pruebas, parece que no hay datos concluyentes acerca de si ahora corren más peligro las pitas o los conductores. Se sospecha que estos últimos, gentes de ciudad muy proclives al entusiasmo desmedido y al falso avistamiento de fauna salvaje, interpretan la señal como "Urogallo suelto", lo cual disipa su atención y acrecienta el riesgo para los muros y para el ganado doméstico.
Esta cascada es visible desde la carretera, antes de llegar al pueblo.
En el mismo Torrestío hay otra, bastante más espectacular, llamada La Fouz a secas.
(No me acerqué a fotografiarla porque había por allí nieve abondo).
Canal de agua al molino.
Corsino camino de la iglesia.
Abeja polar (apis arctica)
(especie aún no recogida en las enciclopedias)
El cordal de Ubiña desde la carretera de acceso a Torrestío.
Vecinos de Torrestío abriendo el paso por La Farrapona en mayo de 2010
Lagos de La Calabazosa y Cerveriz. Mayo de 2010.
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(*) Corsino falleció en febrero de 2012, a los 91 años.
6 comentarios:
Lo de las estaciones meteorológicas es de lo mejor que he leído últimamente. ¿De dónde sacas tanta imaginación?
Fotos estupendas, texto excelente (para escribir hay que saber, y saber dónde buscar).
He llegado a esta entrada gracias a Marian, así que ya sabrás que te escribo desde Bilbao.
Enhorabuena.
Isabel
(Creía que ya había enviado el comentario, pero parece que no...Por si acaso lo repito, mejor que sobre que no que falte)
Gracias, Isabel.
Aquí tienes tu casa.
Y ya ves qué bellezas naturales hay en este país. Tan espectaculares "como si fueran de Bibao".
J.
Estupendo y entrañable post. Un pueblo precioso. Las fotografías espectaculares. De verdad que me ha gustado mucho y me ha resultado muy ameno. Hasta el punto que me han entrado ganas de acercarme hasta ahí la próxima vez que vaya a Babia con tiempo. Las personas que aparecen transmiten una afabilidad típica de esa gente babiana. Te sigo desde hace poco pero creo que me tendrás asiduamente por aquí.
Un saludo
Qué rinconín tan entrañable, gracias Julio por compartir tus crónicas con esta maravilla de fotos.
Saludines utópicos, Irma.-
En Mayo de 2010 conocí yo este hermoso valle y subí hasta los l.lagos. No me fijé en la estación meteorológica, así que habrá que volver!! ja ja.
Por cierto, leí que Torrestío es un pueblo netamente vaqueiru, es cierto?
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