El pastizal en camino al Miro Viejo.
J.S. Bach: Arreglo para órgano (BWV 593)
del Concierto para dos violines en La Menor (RV 522)
de Antonio Vivaldi.
Hoy, en la XI Semana de Montaña que estos días organizan el Club de Montaña Laciana y el Club Ciclista Treitoiro, el experto invitado fue Anselmo Vidal. Por lo que hemos podido escuchar y ver, este miembro del Grupo de Rescate Especial e Intervención en Montaña (Greim), además de un gran montañero debe de ser un artista integral. Lo digo a tenor de su conversación tan solvente, ingeniosa, ocurrente y de los vídeos de los que es guinista, actor, montador, narrador y hasta músico, todo a la vez. Greiman Antecessor es digno de Charlie Chaplin.
Si algún día tengo un percance serio en la montaña, dejo constancia aquí de que me gustaría ser rescatado por el equipo de Anselmo Vidal. El caso es que, hoy mismo, a pesar de que Mónica López no garantizaba una atmósfera seca y soleada sino muy fría, nublada y ventosa, nos fuimos al Puerto de La Magdalena con intención de subir desde allí al Tambarón.
Si algún día tengo un percance serio en la montaña, dejo constancia aquí de que me gustaría ser rescatado por el equipo de Anselmo Vidal. El caso es que, hoy mismo, a pesar de que Mónica López no garantizaba una atmósfera seca y soleada sino muy fría, nublada y ventosa, nos fuimos al Puerto de La Magdalena con intención de subir desde allí al Tambarón.
Cuando las vacas del Fasgarón se tumban con la popa al viento -menos la despistada del fondo- no barruntan nada bueno. Si la pusieran al suroeste, anunciarían que el tiempo está de mejora pero hoy están resignadas con la cola al norte. Mal asunto. Claro que también pueden estar admirando el colorido del monte que tienen delante.
La laguna de La Veiga el Agua está también helada. Ladra un corzo por ahí abajo, entre
los árboles. Las huellas de quienes nos precedieron en el camino, que deben de ser al
menos cuatro, no auguran nada bueno para él. A la altura de Los Negreros, la manada
se echó monte abajo, hacia la Veiga el Agua.
Allá abajo se ve el caserío de Los Bayos, en términos de Omaña robados por la cuenca del Sil. Y con un poco de voluntad, hasta es posible atisbar algo de Cospedal, en Babia.
Por el Miro de La Gloria -pastor, montañero o agustino, algún poeta le puso el nombre-
pasamos a términos de Montrondo y tenemos ahí delante las dos cimas
del Tambarón, Las Tetas de Omaña.
El valle y el pueblo de Salientes, en la cuenca del Sil.
El Miro de La Gloria, sí, pero las púas del viento que nos escarban en cara y manos también
recuerdan la belleza helada de aquel lago que Lucifer congela cuando bate sus alas.
La alineación de cumbres de Catoute (2.112), Cerneya (2.119) y, en primer término, la Peñona de Brañalibrán (2.015) afilada por el glaciar rocoso más llamativo y nítido de todo el Alto Sil en opinión de Alberto Álvarez, apreciación que compartimos.
La intervención de Anselmo Vidal en la XI Semana de Montaña de Laciana captó la atención de tal modo que el Salón de la Casa de Cultura no parecía una nevera como suele. Hubo coloquio y se habló acerca de lo que cuestan los rescates en la montaña, de si el gasto debería ser asumido, en todo o en parte, por el excursionista y bajo qué supuestos. Alguien aludió a la imprudencia manifiesta como culposa, causante de resposabilidad. Aselmo hizo unas cuantas propuestas para la reflexión.
El senderismo, el montañismo y la escalada son aficiones que se han generalizado mucho en los últimos tiempos. Las tiendas de material deportivo tienen gran éxito pero a veces la gente se equipa con más estilo y lujo que para una boda pero no siempre va a la montaña provista de alguna experiencia. ¿Qué se debe considerar imprudencia manifiesta? ¿Es imprudente subir a Peña Ubiña? ¿Y subir a un manzano? ¿El desconocimiento exime de responsabilidad? ¿El montañero avezado es siempre prudente? ¿La experiencia nos hace más reflexivos y más cautos?
El Tambarón es montaña amable y cómoda salvo si la subida se acomete atravesando un canchal de considerables dimensiones, rebozado con el peligrosísimo verglás y en medio de un vendaval gélido. En esas condiciones ¿sería cosa excepcional la fractura de una pierna? ¿Y un golpe en la cabeza desnuda de casco protector? ¿El teléfono móvil está siempre listo? ¿Un helicóptero puede maniobrar en la montaña y bajo según qué condiciones de viento? ¿Los días cortos entrañan mayor riesgo? ¿Cuánto tardaría en acercarse, a pie, un equipo del Greim provisto del material necesario?
Con la colección Summit Series de North Face uno puede subir al monte hecho un pincel por ... pongamos dos mil euros. ¿Tenemos en cuenta que una manta térmica pesa 300 gramos, ocupa lo mismo que una pequeña libreta, cuesta cinco euros y puede salvar una vida.
1 comentario:
Me ha encantado pasar por aquí y me quedo, tienes un blog precioso y me quedo.
Gracias por pasarte por mi cueva y dejar tu huella, de buena gana te acompañaría en busca de el muérdago.
Un saludo y feliz solsticio de invierno.
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