Torre de Babia.
Mañana del 12 de junio de 2012.
Giuseppe Tartini
Sinfonía Pastoral en Re mayor
Todo listo para el despegue.
En cabeza de pista.
Flaps y slats extendidos.
Take off.
La Riera de Babia, gran circo glaciar de La Fonfría.
El valle de La Fonfría es uno de los legendarios puertos de merinas arrendados durante siglos a los ganaderos trashumantes llegados del sur por la Cañada Real de La Vizana.
Infinidad de vestigios de chozos y de corros o apriscos se identifican por los dos flancos del valle de La Fonfría. Son construcciones con pared de piedra y levantadas sobre el mismo pedregal, por lo que a veces hay que observar con atención para detectarlos.
Ved estas fotografías de la enorme Peña La Crespa (2.057) con cuatro conos de deyección. Por debajo de los derrubios hay varios corrales que apenas se distinguen. En la imagen inferior aparecen dos de ellos recuadrados en rojo. El de la derecha, casi colgado de la roca, tiene 150 metros de perímetro y un desnivel cercano a los 30.
A la izquierda de los dos anteriores y bastante más abajo, sobre un pequeño teso, a la vera del camino, hay otro corro con un emplazamiento que parece más estratégico.
Hay muchos más chozos y corros, incluso cerca de las cabeceras,
por arriba de la fuente de Los Ortigales, al pie de los riscos de Las Malvosas.
Por donde antes pastaban las ovejas, hoy lo hacen grandes manadas de rebecos.
Vallejo de Los Corralines.
Montigüeiro (2.180 m).
La collada de Las Malvosinas. A lo lejos, El Cornón.
Vista desde el Montigüeiro (2.180) hacia el oeste:
Izqda: collado de Las Malvosinas, entre Peña Salgueiro (2.148) y Peña Los Años (2.167).
Dcha: collada de la Fuente del Corisco que va a enlazar con la cuenca del naciente río Sil.
En medio de ambos puertos, alineación de Las Coloradas (2.106), Los Años (2.167) y Punta la Sierra (2.147)
A lo lejos despunta El Cornón (Laciana-Somiedo).
¿Por qué llaman a estas colladas Malvosas y Malvosinas?
Un pequeño circo, con su laguna de invierno, muy cerca de la cumbre del Montigüeiru.
Peña Ubiña al este.
El mar Cantábrico desde el Montigüeiro.
Hoy se ve nítidamente el horizonte en el mar.
En primer plano, los picos de La Cervata (2.087). Atrás, la peña de La Calabazosa (2.104) entre el valle de La Majúa y los lagos de Saliencia.
Panorama desde el Montigüeiru hacia el norte.
Peña Orniz y las fuentes del Sil.
Camino desde las praderas de Tremeu al collado de Veigaredonda.
A lo lejos, Peña Ubiña.
Abajo, a los pies del Montigüeiru, la majada de Las Verdes.
Majada de Las Verdes vista desde el Montigüeiru.
Ahí abajo nos aguarda una sorpresa.
Vegetación en la cumbre.
Cuatrocientos cincuenta metros por debajo de la cumbre: la laguna de Las Verdes.
Misterio en la laguna. (Uno de ellos).
El circo de Las Verdes.
La aguja de Las Coloradas (2.106 m) a la izquierda.
Decíamos hace una hora, en la cima del Montigüeiru, que en la majada
de Las Verdes nos aguardaba una muy agradable sorpresa.
de Las Verdes nos aguardaba una muy agradable sorpresa.
José Antonio, pastor de ovejas.
Nos conocimos, hace años, en el Collao de Villabandín. Luego volvimos a vernos, varias veces, por los puertos de La Cueta. Ahora él trabaja en el equipo del conde de
Campos de Espina. Por el invierno en Trujillo. Por el verano, en Babia.
Es mi profesión. Entiendo de esto. Me gusta.
La trashumancia se acaba porque no hay pastores. El oficio es duro.
Los cuatro meses de soledad aquí arriba, las tormentas que retumban entre las peñas ... ¿Lobos? Este año sólo hicieron un intento. Sin éxito, menos mal.
Nota: si vais a la laguna de Las Verdes, acordaos de llevarle algo de chocolate a José Antonio.
La Chilena, maestra conductora de rebaños.
El chozo del pastor.
Los proveedores de telefonía móvil no alcanzan con su señal a la majada de Las Verdes.
La radio, sin embargo, sí se escucha y, así, José Antonio puede seguir con puntualidad la evolución de la prima de riesgo y enterarse de cómo van los credit default swap y los recortes de cada viernes de dolores.
¿Qué quedará del mundo cuando él regrese, a finales de octubre?
Recoge Manuel Rodríguez Pascual en su biblia LA TRASHUMANCIA -libro de libros-, que la antigua y célebre cabaña del conde de La Oliva -por aquí aun le llaman así- es la única de entre las grandes, las históricas, que hoy sigue trashumando desde las dehesas de Trujillo -Mengalozana, doña Catalina y otras- a los puertos leoneses. Su propietario es el ingeniero agrónomo Miguel Granda Losada, conde de Campos de Espina, dueño de unas 11.000 ovejas. José Antonio, con once mastines y dos careas, se ocupa de las 1.150 que pastan en esta majada de Las Verdes. En la de Veiga Viecha, más cerca de Torre de Babia, hay otras 1.200.
Es mucho lo que queda por ver y disfrutar en el camino de descenso hacia Torre de Babia. Las fotos superior e inferior muestran la morrena central dejada por el glaciar de las Verdes. Entre los peñascos permanecen construcciones de chozos y apriscos.
Cascada y poza de La Bárcena.
Todo esto e, insisto, mucho más, se encuentra próximo al camino.
Solo hay que observar.
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Si te interesó el reportaje, pincha aquí abajo para ver algo que te sorprenderá:
Iceberg en la laguna de Las Verdes.
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