Más allá de los picos del Robezo y La Reigada -entre Lumajo
y Sosas de Laciana-, el gigante Cornón emerge sobre la niebla.
Johann Strauss: Blauen Donau
Concierto de Año Nuevo en Viena, 1987
Von Karajan
Recientemente los medios de comunicación se ocuparon de la tesis doctoral que Javier Santos González leyó en la Universidad de León. Su título: Glaciarismo y periglaciarismo en el Alto Sil, Cordillera Cantábrica. La reseña firmada por C. A. Chamorro en Diario de León resaltaba que el glaciar del Sil debió de ser el mayor de toda la Cordillera Cantábrica y uno de los más grandes de la Península Ibérica, puesto que ocupó cerca de 450 km2, desde Babia Alta a Páramo del Sil. Investigadores de la ULE han estudiado la evolución del relieve en este territorio, de los más valiosos y desconocidos en la península, analizando la influencia de los procesos fríos y el valor patrimonial de los restos glaciares, de gran mérito científico, didáctico, ambiental o turístico.
En la web podéis encontrar más reseñas y comentarios muy elogiosos sobre la tesis de Javier Santos González.
Huella del glaciar colgado de Braña La Pena.
Sobre el valle de Salientes del Sil penden éste y otros circos espectaculares de los que
se ocupa extensamente Javier Santos en su tesis.
Hoy vamos a ir aguas arriba, acercándonos a las actuales cabeceras del río Sil.
Hace tiempo escuché a Joaquín Araújo, científico naturalista y poeta, decir que el agua es el pincel que dibuja los horizontes y los perfiles de la tierra.
Las palabras de Araújo, siempre con ese tono lírico que tanto nos gusta, y la noticia del trabajo de Javier Santos, que viene a enriquecer el fondo de estudios sobre el glaciarismo en el noroeste leonés (doctores Alipio García de Celis, José María Redondo Vega y otros), me sugirieron este reportaje fotográfico que no se ocupa exactamente de la huella glaciar sino de algo que ocurrió a su final: la pequeña pero muy significativa pincelada que el Sil trazó por términos de Piedrafita de Babia.
Piedrafita de Babia y sus vegas.
Vaya por delante que mis conocimientos en la materia solo son los de un montañero curioso, que ha leído algo y cree que lo ha entendido.
Hace 65 millones de años, en la segunda mitad de lo que conocemos como Era Terciaria, los movimientos de las placas continentales dieron lugar al gran plegamiento alpino y a la formación de nuevas cadenas montañosas. Mientras la Cantábrica crecía, la fosa del Bierzo se hundía y sucesivos aluviones de agua, barro y canto rodado bajaban a rellenarla. El desnivel entre la hoya berciana y las cumbres favorecía el retroceso en las cabeceras de los ríos. Las múltiples torrenteras, actuando como retroexcavadoras, escarbaban y ampliaban sus cuencas.
El último período del hielo omnipresente, la glaciación de Würm, empezó hace 70.000 años y terminó hace solo 10.000. Durante ese tiempo, el río Sil, el poderoso zapador, agilizó y culminó la ingente tarea que había efectuado en tiempos muy anteriores y terminó de dibujar el actual paisaje de los valles y las brañas. Su última obra, en la planicie de Piedrafita, consistió en trazar una última pincelada, un surco a modo de rúbrica que hoy llama la atención de los viajeros curiosos cuando se asoman a la barandilla del Puente de Las Palomas.
Simplificando mucho, digamos que hubo un tiempo en que los deshielos del enorme glaciar de Somiedo-La Cueta corrían por la Veiga Chache de Piedrafita de Babia hacia el este, hacia el Órbigo y el Duero, hacia la Meseta. (Línea azul). Mientras tanto el río Sil, que mucho tiempo atrás había atrapado y hundido la cuenca de Laciana, continuaba escarbando hasta hincar el diente en la planicie de la Babia Alta y terminar apoderándose de sus aguas. (Línea roja).
Por el desfiladero de Las Palomas y aguas arriba, hasta alcanzar las mismísimas camperas del Cuetalbo, junto a la cumbre de Peña Orniz, el agua mantiene su labor arrasadora y emplea diversas técnicas. En invierno es todo cuestión de maña -penetración en las grietas de la peña, congelación, expansión y trituración-, en primavera es asunto de fuerza -empleo de la maza líquida-, en verano vale la paciencia -la lenta disolución de la caliza- y, en otoño, de todo un poco.
Hace 65 millones de años, en la segunda mitad de lo que conocemos como Era Terciaria, los movimientos de las placas continentales dieron lugar al gran plegamiento alpino y a la formación de nuevas cadenas montañosas. Mientras la Cantábrica crecía, la fosa del Bierzo se hundía y sucesivos aluviones de agua, barro y canto rodado bajaban a rellenarla. El desnivel entre la hoya berciana y las cumbres favorecía el retroceso en las cabeceras de los ríos. Las múltiples torrenteras, actuando como retroexcavadoras, escarbaban y ampliaban sus cuencas.
El último período del hielo omnipresente, la glaciación de Würm, empezó hace 70.000 años y terminó hace solo 10.000. Durante ese tiempo, el río Sil, el poderoso zapador, agilizó y culminó la ingente tarea que había efectuado en tiempos muy anteriores y terminó de dibujar el actual paisaje de los valles y las brañas. Su última obra, en la planicie de Piedrafita, consistió en trazar una última pincelada, un surco a modo de rúbrica que hoy llama la atención de los viajeros curiosos cuando se asoman a la barandilla del Puente de Las Palomas.
Simplificando mucho, digamos que hubo un tiempo en que los deshielos del enorme glaciar de Somiedo-La Cueta corrían por la Veiga Chache de Piedrafita de Babia hacia el este, hacia el Órbigo y el Duero, hacia la Meseta. (Línea azul). Mientras tanto el río Sil, que mucho tiempo atrás había atrapado y hundido la cuenca de Laciana, continuaba escarbando hasta hincar el diente en la planicie de la Babia Alta y terminar apoderándose de sus aguas. (Línea roja).
Al pie de Pena Viecha -la Peña Vieja- discurría el Luna
en otro tiempo, antes de su decapitación.
Hoy no hay río bordeando aquella peña. El Sil robó el agua.
Entre los últimos pillajes hídricos perpetrados por el Sil se cuenta el de los valles omañeses de Vivero y El Fasgarón, junto al Puerto de La Magdalena, y el ocurrido aquí, entre La Vega de los Viejos y Piedrafita de Babia. Me gusta cómo lo expresa la web de la CHD:
En su terminación occidental, a unos 1.250 m de altitud, el valle del Luna está decapitado, sin cabecera, por efecto de la captura de la misma por el Sil y sus afluentes. El Sil viene surcando, mediante una incisión notable y con dirección norte-sur, el valle de Vega de Viejos; pero este valle y el de su afluente occidental, el del Campo de la Vega, no son sino antiguos valles vertientes al Luna, que conservan aún toda su morfología original con éste relacionada. El Sil cambia de dirección tras pasar bajo el puente de Las Palomas, en la carretera CL-626, a 1.200 m de cota, y desde aquí se dirige hacia el oeste en rápido descenso. Ocho kilómetros después, por Villablino, discurre ya a 960 m.
Las imágenes superior e inferiores muestran cómo el Sil y el río del Puerto escarbaron
-y continúan escarbando- su cauce por Vega de Viejos y Meroy.
El desfiladero de Las Palomas ya casi quiere anunciarse en La Vega de los Viejos.
Poco más abajo, junto al otero de la Fonqueisera, tuvo lugar la decapitación del Luna.
De aquí en adelante, el cauce del Sil se hundirá rápidamente ...
... escarbando el tajo de Las Palomas sobre el que vuela el actual puente a 82 m de altura.
(Foto superior y siguientes).
Entre el Sil y Piedrafita de Babia queda una planicie que parece tierra de nadie,
con algunas zonas todavía pantanosas a cuyo través hubo que afirmar esos caminos
cuya traza resalta la nieve. (Fotos superior e inferior).
El Muxivén visto desde la Pena Viecha, peña vieja y triturada.
Por el desfiladero de Las Palomas y aguas arriba, hasta alcanzar las mismísimas camperas del Cuetalbo, junto a la cumbre de Peña Orniz, el agua mantiene su labor arrasadora y emplea diversas técnicas. En invierno es todo cuestión de maña -penetración en las grietas de la peña, congelación, expansión y trituración-, en primavera es asunto de fuerza -empleo de la maza líquida-, en verano vale la paciencia -la lenta disolución de la caliza- y, en otoño, de todo un poco.
Doscientos metros más allá del Puente de Las Palomas, el Sil encañonado
vira al oeste en la cascada que los chavales intrépidos de Villaseca de Laciana
bautizaron como La Saltadera.
El Sil corre ahora por el desfiladero de Penadereita -Peña Derecha-, cien metros por debajo de la carretera, hasta encontrarse con la primera barrera artificial de las muchas que, a lo largo de casi 200 kilómetros, irán domando su bravura para convertirla en energía eléctrica.
A la presa de Villaseca de Laciana suceden las de Las Rozas, Las Ondinas, Bárcena, Peñarrubia, Pumares, Santiago, San Martiño, Sequeiros, Santo Estevo y San Pedro.
Pocos metros más allá de este último embalse, la nieve fundida en Babia alcanza
el pueblo orensano de Os Peares. Allí, otro célebre río que viene de nacer
en el pedregal de Irimia, en la gallega Sierra de Meira, se ufana después de pasar
bajo el puente ferroviario que interpreta como una especie de arco triunfal,
pero la leyenda se encarga de ponerlo en su lugar:
El Miño lleva la fama
pero el Sil lleva el agua.
Os Peares: confluencia del Sil y el Miño.
11 comentarios:
Simplemente ¡Fantástico!
Estas curiosidades (sorpresas, maravillas, misterios) están ahí, gracias a la naturaleza, a la vida, que ella sí que sabe a donde va y de qué insignificancias se sirvió y luego se deshizo y se deshará para continuar tan campante su camino.
Creo que me he tragado una mosca.
Simplemente... genial!
Gracias Julio.
Mientras disfrutaba de la lectura de ésta entrada y de las imágenes de unos paisajes que llevo grabados en el alma he vuelto atrás en el tiempo unos cincuenta años, justo cuando recuerdo mis primeras visitas al Puente de las Palomas, cuando familias enteras subían de merienda los domingos. Por aquél entonces se usaban los edificios, que aún estaban en pie en el calero, como vestuarios. He vuelto a recordar, con nostalgia y cariño, las tardes de verano con la pandilla y los baños en los pozos que jalonan todo el recorrido, desde Villaseca hasta la Vega. La Saltadera, al que tú aludes, pero también El Bonito, El Feo (mi preferido), La Bomba, Las Cachas, etc, etc.
No cambiaria un minuto del tiempo que he pasado en el Sil ni por todas las consolas y videojuegos del mundo.
¡Buenísimo! Aunque espero con impaciencia la siguiente entrada, la del Cascarón y el Largo, que me inspirarán bastantes recuerdos, como a F.G. los pozos de Villaseca.
Eso sí, veo que, bien porque la gente ha tomado mucha conciencia ecológica, bien porque eres también un artista del photoshop, se han volatilizado los desperdicios que arrojan los cafres por el Puente de las Palomas. No sé cómo vas a hacer para disimular las monumentales cantidades de mierda que vierte el gran empresaurio minero en el siguiente tramo de río.
Asegúrote, Carlos, que no he utilizado el photoshop para borrar nada de nada. Eso sí: hice algunos equilibrios para evitar que aparecieran una lavadora y un televisor que había arriba, cerca de la carretera. Pero, ¿cómo puede impedir esas guarraditas quien promueve lo que "el clan" está haciendo en los montes de enfrente?
Y otra cosa: la "Asociación de Pescadores Alto Río Sil" de Laciana ya hizo al menos una limpieza a fondo en el cauce. Supongo sabrás que cuando construyeron el puente nuevo, la estructura del viejo la tiraron al río y ... tan campantes. Tengo entendido que costó Dios y ayuda sacar de allá abajo tantas toneladas de hierro.
Desde que descubrí su blog estoy ansiosa por ver cada nueva entrada, no hay absolutamente nada que pueda reprobar, todo es perfecto, el texto, las imágenes, son de una hermosura sin igual. Estoy asombrada de sus conocimientos sobre nuestra tierra, todo rezuma un profundo amor por nuestros valles, a veces el sentimiento no es suficiente si no va acompañado de conocimiento y sin pretender ser empalagosa tengo que decir que añadido a todo lo anterior usted lo riega con una sensibilidad exquisita.
Las nanas de mi infancia fueron las del río Sil y su afluente, el de Tejedo o Fontaninas, aún hoy cuando puedo ir duermo plácidamente oyendo sus aguas plácidas en verano y tumultuosas en inverno, como buenos ríos de montaña arrastrando rocas, si cierro los ojos consigo verlos y escucharlos.
Como natural que soy de Cuevas del Sil y casada con un tejedano he quedado prendada de la entrada de Tejedo, pienso que si San Genadio hubiese conocido este pequeño valle, quizás, lo hubiese preferido al Valle del Silencio.
Muchísimas gracias Julio, de corazón gracias.
Yo sí que estoy agradecido a ustedes, los que siguen este blog y, por si eso fuera poco, lo elogian. Tengo listo un reportaje sobre La Seita y Zarameo, para dentro de diez días más o menos.
Gracias.
"""Carlos y Montañés""": Yo también soy partidario de la TS de siempre y siempre la defenderé. Estas nuevas tendencias no valen nada más que para liar la cosa, adaptarnos a las normas de la Academia de la Llingua Asturiana, y también al Lleonés.
Sobre este tema, es conveniente conocer los siguientes libros: CUENTOS EN DIALECTO LEONES de Cayetano A. Bardón, 1.907, página 169: ""tseite, tsinu, tsana"".
EL DIALECTO LEONES, facsímil de la primera edición y las encuestas realizadas por Menéndez Pidal. Pag. 162: La TS (dos puntos por debajo) del León del Noroeste. Mismo libro pag. 105 al final: Nota: las palabras que llevan CH son de difícil expresión en la escritura. Se pronuncian aplicando la punta de la lengua en el paladar y al pronunciar la CH es un poco silvante. Mismo libro: ""XEITU DE LA MUCHER TSACIANIEGA"", todo escrito con TS.
""EL HABLA DE BABIA Y LACIANA"", tésis doctoral de D. Guzmán Alvarez, aprobada por el tribunal formado por D. Armando Cotarelo, D. Dámaso Alonso, D. Rafael Balbín, D. Francisco Maldonado y D. Francisco Abbad, el 3-2-1947, obteniendo la calificación de SOBRESALIENTE.
La escritura ""FONETICA"" es la fijada en la Revista de Filología Española, II, 1.915, 374-376. Es muy conveniente leerla.
En las obras de Eva González, madre de D. Roberto González Quevedo, ni una sola vez ha escrito otra cosa que no sea TS, y creo que es la escritora más prolífica de la ""nuesa tsingua"". Su hijo Roberto, está ligado a la Academia de la Lllingua Asturiana, de la que creo es secretario, y en relación con otros personajes de León, tratan de unificar criterios y desaparecer la TS, para suplirla por la L:L. Habrá que hacerles caso, pero no nos van a impedir utilizar la TS por mucho que se lo propongan, y por mucha razón que crean tener. !que necios somos, verdad¡
Personar, y un saludo.
Es respuesta a comentarios anteriores
Lo de la "Ḷḷ/ḷḷ" o la "Ts/ts" es sólo cuestión de ponerse o no de acuerdo, como siempre se ha hecho en cualquier lengua. Hasta el grandón idioma castellano pasó por estas vicisitudes.
En mi opinión, si la nuesa ḷḷingua se hubiera escrito desde antiguo y no se diera el fenómeno de la diglosia con el castellano, se escribiría "Ll/ll" sin más.
Como el anterior es este comentario respuesta a otros anteriores. Me gustaría añadir que, a pesar de su afán monopolístico, no es el señor Gates el único dueño y señor de las aplicaciones informáticas; un servidor escribe sin problemas "ḷ", o incluso "ŝ", desde un ordenador que no usa el sistema operativo de "Microsuave".
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